Irene Karenina¡Hola! Soy Irene ¡Me apasiona el contenido! Hago que tus textos reflejen lo que quieres comunicar y lograr. Me aseguro de que tus redes sociales estén en óptimo estado.

Las clases online llegaron para quedarse y para muchos ha sido un cambio muy difícil de digerir. Vamos a respirar profundo y repasar qué podemos hacer para superar la incomodidad y concentrarnos en lo que realmente importa: aprender.

Disclaimer: Las clases online son un tema álgido en países como Venezuela donde el acceso a internet es simplemente infernal y el servicio eléctrico es intermitente. Cualquier cosa que les aconseje para sortear estas dificultades, seguramente ya la intentaron.

Sé esto porque lo sufro, pero espero que algo de lo que comento acá ayude con esos aspectos que sí podemos controlar.

Acepta que no te gustan las clases online

Pero no desde la pataleta. Acéptalo como un problema o desafío a superar.

Tampoco nos gustaban ciertas comidas que ahora sí, no nos gustaba una materia de la universidad pero la superamos, no nos gusta usar la mascarilla (barbijo) pero sabemos que es un acto de responsabilidad, etc. Hemos salido de la zona de confort una y otra vez, podemos hacerlo de nuevo.

Crea el ambiente para atender a la clase

Pregunté por Twitter las razones por las cuales a muchos no les gustan las clases online y muchas tienen que ver con el ambiente en el cual las ven:

El ambiente incluye el dispositivo mediante el cual vemos las clases:

¡Los profesores también sufren!

Necesitamos movimiento para no distraernos hasta con una mosca.

Entonces, ¿qué hacer?

• Ten a mano los apuntes, correos, lápiz, todo lo que tendrías que llevar a una clase. Ya que estás en casa aprovecha de tener a mano los snacks, café. etc. La idea es no levantarte a servirte algo, tomar agua, una cosa, la otra, distraerte, saludar al perro, ya sabes a qué me refiero.
• Trata de adelantarte un poco a la clase. Lee el material antes de comenzar, elabora tus preguntas, organiza lo que quieras aportar, adelanta la tarea, etc. Muestra entusiasmo, o fíngelo hasta que te entusiasmes de verdad (mal consejo, estoy bromeando), pero la idea es ejercitar la iniciativa.
• Notifica a tu alrededor que estás estudiando. Roomies, hermanos, pareja, padres, perros, todos deben saber que necesitas concentrarte. No tengo hijos así que en este punto sé que es difícil, sobre todo si son pequeños, pero tocaría planificar una actividad para ellos o pedir a alguien que los distraiga.
• Ten cargados los dispositivos. Pon en silencio el celular.
• Limpia el dispositivo antes de comenzar. Ya me ha pasado que de repente se llena la memoria y eso es un distractor.

Acepta que no socializarás de la misma forma

Pero busca la manera de tener el vaso medio lleno, en vez de verlo completamente vacío. Veamos primero algunas opiniones con las que creo que estaremos de acuerdo:

No lo puedo negar, a mí también me gusta la conversadera, el cafecito, conocernos, intercambiar, echar chistes, etc. Es MUY difícil hacer eso en clases online donde tenemos un montón de compañeros o alumnos.

Levantar la mano, percibir cuando alguien quiere aportar algo rápido (lo cual implica activar el micrófono, esperar, desactivarlo, seguir), la camaradería, es complicado emular toda la experiencia en digital. Pero tengo algunas recomendaciones:

• Como profesor o alumno puedes crear un espacio aparte de la clase donde interactuar. Sé que a muchos les da repelús un grupo de WhatsApp, pero también podrían intentarlo con un grupo de Facebook, Telegram, una lista de correo o encuentros similares al de la clase, con la finalidad de conversar y debatir.
• Celebra junto con tu grupo pequeños checkpoints o logros pequeños que vayan alcanzando con la materia. Por ejemplo: Podrían esperar a terminar un módulo de clases y ven todos a cierta hora alguna película nueva, luego la comentan.
• No se presenten solo al principio. Tomen un espacio periódico para hablar de sí mismos, lo que han hecho, cómo se sienten, etc. De nuestros talleres online han salido emprendimientos y en las masterclasses consiguen clientes entre los mismos alumnos. Conocernos también nos ha servido para propiciar oportunidades de trabajo y estudios.
• Como ya hablamos al principio sobre la conexión inestable, como profesores y alumnos tenemos que procurar que la clase online, si es en vivo, tenga un respaldo en algún lado. Bien sea que quede grabada o que se genere un archivo con guías y apuntes de la misma que las personas puedan descargar, es importante poder acceder a ese contenido en otro momento.
• Respeta el esfuerzo del profesor. Somos humanos, estamos sujetos a imprevistos y situaciones nuevas, muchos han tenido que aprender a usar muchas herramientas y no han tenido mucho de la «vida online» que sus alumnos conocen. Recuerden la Netiqueta, hay que saber comportarse.
• Tal vez encuentren consuelo en la posibilidad de reunirse «cuando todo esto pase».

De nuevo, respiremos profundo. Nunca nos imaginamos que nos iba a tocar vivir algo así pero es el presente y nos tenemos que adaptar. Quedarnos solo en la molestia es perder tiempo y energía, aunque es una fase necesaria en el proceso.

Si tienes más recomendaciones para otros estudiantes y profesores, ¡coméntame!